Es ya conocida, la importancia gastronomica que se le está dando a la Av. La Mar, en el distrito de Miraflores. Desde el establecimiento del innovador "Pescados Capitales", con la posterior aparición de "La Mar" del muy reconocido Chef Gastón Acurio, esta calle se ha convertido en el sitio de moda para los comensales limenos. Es así, que en los últimos tres anos, muchos chefs e inversionistas han decidido apostar por esta calle para aperturar restaurantes, presentando novedosas propuestas culinarias.
Es por eso, que decidí iniciar mi "aventura culinaria" (terminó creado y patentado por Acurio) por esta avenida, y por que no, empezar por la última aparición: "Kaypí". Si bien, este nuevo local, solo tiene 4 meses de aperturado, esta es la segunda sede de este restaurante que ya hace más de 4 anos se estableció en el corazón de la zona ejecutiva del distrito de San Isidro.
La fachada, una mezcla elementos rústicos y modernos, nos empieza a dar indicios de que nos encontraremos con platos del tipo fusión e innovadores. Luego de un cordial recibimiento, ya en la mesa, nos sirvieron unos shots de cortesía, de lo que ellos han llamado la Chicha Kaypí, una mezcla de pisco macerado en canela y chicha morada, verdaderamente excelente!. Como entrada, pedí unos cartuchos de lomo saltado, lo que vendría a ser como unos spring rolls pero rellenos de una especie de picadillo de lomo saltado, estuvieron muy agradables. De fondo, aprovechando la companía de mi familia, pude probar diversos platos. Empezé por la ensalada Tex mex que francamente no tenía nada de especial, una simple ensalada. Luego, un Risotto a la Huancaina con pollo emparrillado, al cual le faltó sabor huancaíno. El Lomo saltado Kaypí, con buenos y sabrosos trozos de lomo a la parrilla y con la inclusión de pimiento y cebolla china salteadas, si me convenció. Para finalizar, el plato recomendado, Tacu tacu crocante con dos texturas relleno de asado estilo antiguo, una innovación y mezcla tan complicadas como su nombre pero que al final si logra armonizar. La cebolla caramelizada, el tacutacu crocante, y la buena textura del asado, hacen de este plato muy recomendable.
Lamentablemente, el almuerzo no terminó como hubiese querido, ya que el tacutacu vino premiado, vino con un acompanante al cual yo no había invitado, pero que los cocineros, por descuido, dejaron pasar. No mencionaré el nombre del pequeno intruso para no provocar nauceas en los lectores. Tampoco, quisiera ahondar en este punto, pero, siendo sincero, esperé otra clase de respuesta, por parte del servicio, ante tal desagradable hecho.
Ustedes podrán sacar sus propias conclusiones...
Bebida clave: Chicha Kaypí y chicha morada sour.
